Beth Esponnette, fundadora de Unspun, empresa de pantalones jeans hechos a la medida, comentó que los inversionistas muchas veces la han alentado a ser más agresiva, a optar por acciones que bien podrían rayar en la deshonestidad. En una ocasión, un inversionista le recomendó inflar sus perspectivas de beneficios por un múltiplo de 10, un nivel de lo más irreal.
El mes pasado, Esponnette publicó un ensayo titulado “I Get It, Elizabeth Holmes”, en el que describe este tira y afloja. Muchas de las acciones de Holmes fueron inexcusables, escribió Esponnette, de 33 años de edad. “Pero de cualquier forma pienso que estaba convencida de que hacía lo correcto y solo seguía la recomendación universal de Silicon Valley: ‘Finge hasta conseguir el éxito’”.
Varias mujeres que trabajan en empresas emergentes del sector tecnológico le escribieron para agradecerle por escribir sobre los sentimientos que comparten muchas de ellas, afirmó Esponnette.
Lola Priego, de 30 años, fundadora de Base, una empresa que ofrece análisis de sangre y saliva en el hogar que luego son procesados en laboratorios tradicionales, dice que escucha una comparación con Theranos al menos una vez a la semana. Las referencias provienen directa o indirectamente de socios potenciales, asesores, inversionistas, clientes y reporteros, dijo.
Priego afirma que entiende la necesidad del escepticismo porque las nuevas empresas de atención médica deben ser analizadas de manera crítica para prevenir la negligencia. A menudo, las comparaciones se detienen después de que la gente se entera de que Base trabaja con Quest Diagnostics, una empresa multinacional, para realizar el análisis de sus pruebas.
“Pero el sesgo y el escepticismo adicionales son difíciles de superar”, dijo Priego.
El mayor golpe vino de un asesor científico a quien Priego intentó contratar en 2019. El asesor asistió a la reunión para decirle que llevar la tecnología al cuidado de la salud estaba perjudicando a la industria, al igual que sucedió con Theranos. Eso hizo que Priego se cuestionara si podía contratar el tipo de asesores que necesitaba.
“Fue bastante desmoralizante”, dijo. Desde entonces, ha contratado a seis asesores.
En julio, Verge Genomics concretó una alianza con la gigante farmacéutica Eli Lilly que le permitirá trabajar durante tres años en fármacos para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, dijo Zhang. Además, la empresa publicó el año pasado en una revista científica un artículo sobre sus métodos y este año contrató a un director para el área de Ciencias.
Fue todo un alivio poder mostrarles algo a quienes dudaban, afirmó Zhang.
“La época más frágil de cualquier compañía es la etapa inicial, cuando tienes que ganarte a las personas, convencerlas de tu visión y de los méritos de la idea”, explicó. Acerca de Holmes y Theranos, añadió: “En esa etapa, este tipo de asociaciones pueden ser de lo más dañinas y mermar tu potencial”.
Erin Griffith escribe sobre nuevas empresas tecnológicas y capital de riesgo desde la oficina de San Francisco. Antes de unirse al Times, fue redactora sénior en Wired y Fortune. @eringriffith